lunes, 18 de junio de 2012

Una historia que nos habla sobre la confianza en Dios




En un pueblito de zona rural, se produjo una larga sequía que amenazaba con dejar en la ruina a todos sus habitantes debido a que subsistían con el fruto del trabajo del campo. A pesar de que la mayoría de sus habitantes eran creyentes, ante la situación límite, marcharon a ver al pastor y le dijeron:

- Pastor, si Dios es tan poderoso, pidámosle que envíe la lluvia necesaria para revertir esta angustiante situación.

- Está bien, le pediremos al Señor, pero deberá haber una condición indispensable.

- ¡Díganos cuál es!, respondieron todos.

- Hay que pedírselo con fe, con mucha fe, contestó el pastor.

- ¡Así lo haremos, y también vendremos al culto todos los días!

Los campesinos comenzaron a ir a la iglesia todos los días, pero las semanas transcurrían y la esperada lluvia no se hacía presente.

Un día, fueron todos a enfrentarlo al pastor y reclamarle:

- Pastor, usted nos dijo que si le pedíamos con fe a Dios que enviara las lluvias, Él iba a acceder a nuestras peticiones. Pero ya van varias semanas y no obtenemos respuesta alguna...

- Hijos míos, ¿han ustedes pedido con fe verdadera?

- ¡Sí, por supuesto!, respondieron.

- Entonces, si dicen haber pedido con fe verdadera... ¿por qué durante todos estos días ni uno solo de ustedes ha traído el paraguas?
 

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