miércoles, 11 de julio de 2012

“Metas”

Vivir la vida sin una meta, es como navegar en el mar dejando que las olas te lleven donde quieran, hoy iras al sur, mañana al este en fin, sin rumbo fijo.

Cuando tienes una meta por más que las olas te quieran desviar de tu rumbo luchas para mantener tu barco en la posición correcta.

Que ni las grandes olas del engaño ni los fuertes vientos del miedo te aparten del norte que está en el mapa de tu corazón.

Lleva tu salvavidas que es el amor el cual no permitirá que te hundas en lo profundo de las aguas del miedo, la traición y el rencor.

Confía, lucha, no te rindas y sobre todas las cosas deja que Dios sea tu compañero de viaje y así podrás lograr lo que te propongas.

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