Hay muchos tipos de
equipaje que llevamos con nosotros y que sabotean nuestra felicidad y éxito.
Viejas heridas, palabras duras, actos inacabados, desconfianza de uno mismo,
promesas rotas y miedos. Estas – y muchas otras más- son las cicatrices que nos
han infligido los amigos, amados, socios o clientes.
Permite que todo esto se
vaya, antes de que te sofoquen y envenenen sus actitudes y acciones. No permitas
que el sol se ponga hoy, sin perdonar tus errores del pasado o a todas aquellas
personas que te han hecho mal (desde el desaire más pequeño a la más grande
injusticia). El verdadero propósito del perdón es aliviarte de una carga
negativa.
Deshazte de todo el
equipaje viejo, cualquiera sea su forma, antes de que se vuelva parte
permanente de tu manera de ver, de tus s actitudes y tus conductas.
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